Esta es otra de esas recetas que nada más verla ya antoja hacerla. La receta se puede hacer igual cambiando la fruta protagonista, aunque hay que reconocer que la mezcla de fresa y queso es especialmente rica. Así que esta versión hay que hacerla sí o sí.

He seguido esta receta de Frabisa, pero cambiando un poco las cantidades para adaptarme a lo que tenía a mano (una cajita de medio kilo de fresas y un bote de mascarpone de un cuarto de kilo). Además a mí siempre me gusta ponerle menos azúcar para que la fruta sepa más a su propio sabor.

Ingredientes

• 500 gr de fresas congeladas
• 250 gr de mascarpone
• 100 gr de azúcar glass
• 1 naranja
• 1 cucharadita de miel

Preparación

Lava las fresas, quita las hojas verdes y escurre bien en papel absorbente.

Guarda las fresas en una bolsita y congela durante más de 6 horas. Yo lo hago de un día para otro.

Corta la naranja en dos, exprime el zumo y reserva.

Preparación tradicional

Pon un vaso de batidora potente (capaz de triturar hielo) las fresas congeladas y tritura a velocidad media y aumentando la velocidad progresivamente durante un minuto.

Incorpora el resto de ingredientes (mascarpone, azúcar glass, zumo de la naranja y miel) y tritura un minuto más a velocidad media.

Preparación con Thermomix

Pon en el vaso de Thermomix las fresas congeladas y tritura 20 segundos en velocidad 7.

Incorpora el resto de ingredientes (mascarpone, azúcar glass, zumo de la naranja y miel) y tritura 30 segundos en velocidad 6.

Vierte el contenido en un recipiente con cierre hermético (una fiambrera vale) y lleva al congelador.

Notas

• Lo ideal para que el helado quede más cremoso es sacarlo del congelador, mezclarlo con unas varillas y volver a poner en el congelador cada media hora durante las dos primeras horas de congelación.
  • Pero si no tienes tiempo para esto, deja la mezcla en el cogelador. Eso sí, el helado quedará más compacto.
• Saca del congelador unos 10 o 15 minutos antes de comerlo (dependiendo de la temperatura ambiente).